La Oficina del Contralor de Puerto Rico estableció siete áreas de fiscalización en las que se agrupan todas las entidades gubernamentales. Esto nos ayuda a distribuir el alcance de nuestras auditorías de una manera equitativa, y a ser más oportunos en la fiscalización de los fondos públicos. Esto, con el propósito de maximizar el uso de dichos fondos para que resulten en beneficio de la ciudadanía.